Feuerstein (Feuerstein y Kozulin, 2002) considera que la inteligencia no es una cantidad fija sino una función de la experiencia y de la mediación de otros individuos importantes en el ambiente de un niño. “La inteligencia es un estado que puede ser alto, bajo, moderado, pero esencialmente puede ser modificado” (Feuerstein, R, 1991)
Esta teoría resulta se bastante optimista, al considerar que el individuo es modificable y que puede mejorar sus realizaciones intelectuales, y por tanto, su rendimiento intelectual.
Es considerada como una teoría que reivindica al ser humano, al cual lo trata como un organismo abierto al cambio y con una inteligencia dinámica, flexible y receptora a la intervención positiva de otro ser humano.
De esta manera la inteligencia es definida como un proceso amplio, lo cual permite abarcar diferentes fenómenos, cuyas características en común son la dinámica y la adaptación.
De esta manera la inteligencia es definida como un proceso amplio, lo cual permite abarcar diferentes fenómenos, cuyas características en común son la dinámica y la adaptación.
La modificabilidad es un proceso que presenta diferencias significativas entre los seres humanos, por ende hablaríamos de diferentes niveles de adaptación; pero si todos somos modificables, ¿porque unos se benefician más de esto que otros?, ¿por qué existen personas que se adaptan con mayor facilidad a nuevas situaciones?, la respuesta no es fácil, ya que existen múltiples fuentes y orígenes de estas diferencias, las mismas que no solamente responden a la naturaleza del organismo, sino también a un modo de interactuar con el mundo, que afecta precisamente a esta cualidad de la experiencia humana.
Feuerstein habla de dos modalidades mediante la cual el organismo humano es modificado, las cuales determinan el desarrollo cognitivo diferencial de una persona, la primera es la
exposición directa (fuente de cambio para los humanos como para los animales) del organismo a los estímulos del ambiente, el cual llega a modificarse, llega a adaptarse aunque sea una adaptación limitada.2, ciertamente es responsable de muchas formas de cambio en los seres humanos, sin embargo es la segunda modalidad de interacción entre los seres humanos y el entorno.
La primera es por excelencia la
Experiencia de aprendizaje mediado (EAM), para que esta modificabilidad se presente en el sujeto, es necesario que se produzca una interacción activa entre el individuo y las fuentes internas y externas de estimulación, lo cual se produce mediante E.A.M, esta es responsable de un tipo de cambio más general y significativo, haciéndose de naturaleza estructural, por lo tanto, no requerirá repetir la secuencia de procedimientos o pasos por la cual tuvo lugar la adaptación.
Esta se concreta con la intervención de un Mediador (educador, tutor, padre u otra persona relacionada con el sujeto), quien desempeña un rol fundamental en la selección, organización y transmisión de ciertos estímulos provenientes del exterior, facilitando así, su comprensión, interpretación y utilización por parte del sujeto. Según Feuerstein (1991), "Mi hipótesis es que la EAM es el determinante responsable del desarrollo de la flexibilidad de adaptación que yo llamo inteligencia"
Bajo esta premisa, podemos afirmar, que es posible desarrollar la inteligencia, por lo tanto, el talento, que aunque difieren en su concepto, este último, requiere niveles altos de inteligencia, así Howard Gardner se refiere al talento como: "el talento es un complejo de aptitudes o de inteligencias, de destrezas aprendidas y de conocimiento, y motivaciones – aptitudes- disposiciones, que predisponen a un individuo al éxito, en una ocupación, vocación, profesión, arte o negocio. (Gardner, 1992)
Entonces como primera recomendación para descubrir y desarrollar los talentos es necesario crear ambientes enriquecedores donde los adultos se conviertan en activos y transformadores de estímulos, ya que el puente entre el medio y el sujeto lo construye el mediador, quien posibilita que esta persona incorpore una amplia gama de estrategias cognitivas y procesos, que derivarán en comportamientos considerados prerrequisitos para un buen funcionamiento cognitivo.
El mediador cambia el orden de la apariencia de algunos estímulos, transformándolos en una sucesión ordenada, lleva al sujeto a focalizar su atención, no sólo hacia el estímulo seleccionado, sino hacia las relaciones entre éste y otros estímulos y hacia la anticipación de resultados. Esta mediación persigue propósitos específicos, describiendo, agrupando y organizando el mundo para el mediado.
De esta forma, solo se hablará de mediación cuando existan un mediador que actué considerando tres criterios universales, fundamentales e indispensables: el primero es la
"Intencionalidad y Reciprocidad" donde el Mediador se plantea una interacción intencionada, hay metas previas que orientan la selección y organización de la información y del material necesario, para alcanzar los objetivos prefijados. El mediador trata de compartir las intenciones con el sujeto en un proceso mutuo que implica el enriquecimiento y desarrollo por parte de los dos.
El segundo es la
"Mediación del Significado" consiste en presentar las situaciones de aprendizaje de forma interesante y relevante para el sujeto, de manera que este se implique activa y emocionalmente en la tarea, para lo cual debe conocer la importancia y la finalidad que ésta tiene para su aprendizaje.
Y el tercero es la
"Mediación de Trascendencia", se refiere a que la mediación debe extenderse mas allá de la necesidad inmediata que la originó, debe llevar a relacionar una serie de actividades del pasado con el futuro, logrando alcanzar un nivel de generalización de la información.
Así, el desarrollo cognitivo del sujeto, no es solamente el resultado de maduración del organismo, ni de su interacción independiente con el mundo de los objetos, sino que es el resultado de la combinación de los dos tipos de experiencias ya antes citadas , pero sobre todo, la experiencia de aprendizaje mediado propia de la especie humana.
La Teoría de la Modificabilidad Cognitiva Estructural, se sustenta en la creencia que todo ser humano que no responde cognitivamente a los requerimientos de las diferentes instancias sociales, es por que utiliza inadecuadamente y por lo tanto, en forma ineficaz, las funciones cognitivas que son prerrequisitos de las operaciones mentales. "La
función cognitiva es la estructura personal interiorizada, cuyos componentes son de índole energético e intelectual. Es decir son sistemas de funcionamiento del individuo adquirido durante su evolución y como hábitos de funcionamiento personal y mental y se consideran como prerrequisitos del correcto funcionamiento mental. (De Zubiria, J, 2002: 71)
La adquisición de funciones y procesos cognitivos sirve para la interiorización de la información y permite la autorregulación del organismo. La interiorización es el pilar básico del aprendizaje y de la adaptación y por lo tanto de la inteligencia.
Entonces debemos recalcar que la ausencia o debilitamiento de las funciones cognitivas del sujeto es generada por la falta de Experiencia de Aprendizaje Mediado. Esto significa que el sujeto no posee una conducta exploratoria organizada, carece de orientación espacial, tiene una débil percepción, procesa y elabora inadecuadamente la información recogida y dispone de canales inadecuados para expresar sus conclusiones, entre otras debilidades (Feuerstein, 1980) Si sucede lo antes mencionado, las funciones cognitivas pasan a ser deficientes.
La explicación que propone Jacov Rand, integrante del equipo del Dr. Feuerstein, investigador y codirector del HWCRI -, para comprender las funciones cognitivas deficientes y su vinculación con las operaciones mentales, se sustenta en la interrelación que establece con tres variables cuya interdependencia permiten que el proceso cognitivo se manifieste:
Capacidad, Necesidad y Orientación3.
La experiencia directa de Feuerstein y su convencimiento de que su teoría puede ayudar a muchas personas, lleva a este psicólogo, por alrededor de los años 40, a elaborar un programa de trabajo (Programa de Enriquecimiento Instrumental), directamente dirigido a potenciar la inteligencia y por ende las capacidades del ser humano.
El Programa de Enriquecimiento Instrumental (P.E.I.), ha sido diseñado para modificar las estructuras cognitivas de niños, adolescentes y adultos, ya sea que presenten deprivación sociocultural, o que deseen incrementar y/o potenciar sus capacidades, ya de por sí consideradas adecuadas para enfrentar y resolver los problemas del mundo escolar, familiar, laboral, profesional, etc.
El Programa de Enriquecimiento Instrumental es por lo tanto, un intento de compensar los déficit y carencias en nuestro pensamiento de las funciones cognitivas, las cuales son potenciadas mediante la participación en experiencia de aprendizaje mediado a través de un mediador, presentando al sujeto una serie de actividades, tareas, situaciones y problemas construidos para modificar en forma real su deficiente funcionamiento cognitivo.
Cada instrumento del PEI está enfocado a desarrollar una función cognitiva específica, mini procesos y estrategias, que permiten a la vez, la adquisición de numerosos otros prerrequisitos de pensamiento, los cuales son transferidos a distintos contextos, permitiendo así, generalizar significativamente su aplicabilidad en distintas instancias de la vida, según sea la edad, características y necesidades de la persona que recibe el programa.
FUENTE: VACA GALLEGOS, Silvia "LA MODIFICABILIDAD COGNITIVA ESTRUCTURAL PROPUESTA POR REUVEN FEUERSTEIN"
- VIDEOCONFERENCIA SOBRE FEUERSTEIN: http://youtu.be/xKtUZz2d-WM
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