Pensamiento lateral (del inglés lateral thinking) es un método de pensamiento que puede ser empleado como una técnica para la resolución de problemas de manera creativa. El término fue acuñado por Edward de Bono, en su libro New Think: The Use of Lateral Thinking y publicado en 1967, que se refiere a la técnica que permite la resolución de problemas de una manera indirecta y con un enfoque creativo. El pensamiento lateral es una forma específica de organizar los procesos de pensamiento, que busca una solución mediante estrategias o algoritmos no ortodoxos, que normalmente serían ignorados por el pensamiento lógico.
La idea central es la siguiente: al evaluar un problema existiría la tendencia a seguir un patrón natural o habitual de pensamiento (las sillas son para sentarse, el suelo para caminar, un vaso para ser llenado con un líquido, etc.), lo cual limitaría las soluciones posibles. Con el pensamiento lateral sería posible romper con este patrón rígido, lo que permitiría obtener ideas mucho más creativas e innovadoras para representar todos esos caminos alternativos o desacostumbrados, que permiten la resolución de los problemas de forma indirecta y con un enfoque creativo. En particular, la técnica se basa en que, mediante provocaciones del pensamiento, se haría posible un desvío del camino o patrón habitual del pensamiento.
Según esta teoría, la aplicación del pensamiento lateral a la vida cotidiana, así como la técnica de alumbrar los problemas desde distintos puntos de vista, permitiría encontrar diferentes, nuevas e ingeniosas respuestas para problemas ya conocidos .
El pensamiento lateral puede ser un motor del cambio. Como técnica o habilidad personal puede ser utilizado en la resolución de problemas de la vida cotidiana, tanto laborales como domésticos ya sea individual o en grupo.
Bono plantea que el pensamiento lateral puede ser desarrollado a través del entrenamiento de técnicas que permitan la apertura a más soluciones posibles, y a mirar un mismo objeto desde distintos puntos vista.
Elementos del pensamiento lateral
Hay cuatro elementos clave en el proceso de pensamiento lateral para resolver problemas. Estos son:
Comprobación de suposiciones
Al enfocar un problema con un pensamiento vertical es posible que no se encuentre la solución. Usualmente, se deduce cosas que son factibles pero que seguramente no sean la respuesta buscada. Con una "mente abierta" se enfrenta a cada nuevo problema que se presenta.Hacer las preguntas correctas
Lo más importante en el pensamiento lateral es saber qué preguntas deben formularse. Cuando se utiliza este método para resolver problemas se debe comenzar haciendo preguntas generales para enmarcar adecuadamente el problema. Luego, examinar los datos conocidos con preguntas más específicas sometiendo a examen las hipótesis más obvias, hasta alcanzar una visión alternativa cercana a la solución.Creatividad
La imaginación es otra herramienta clave del pensamiento lateral o creativo. La costumbre de ver los problemas siempre desde un mismo enfoque no siempre ayuda a resolverlos. Se trata entonces de enfocarlos creativamente desde otro ángulo. La perspectiva lateral será más efectiva a la hora de resolver cuestiones aparentemente no convencionales.Pensamiento lógico
Para lograr un pensamiento lateral bien desarrollado es requisito refinar el análisis de modo lógico, la deducción y la disciplina del razonamiento, ya que sin estos elementos el pensamiento lateral sería un pensamiento anhelante, que sólo se limita a extraer ideas excéntricas.Fuente: De Bono Edward. 2006. El Pensamiento Lateral. Editorial Paidós Ibérica S.A.
SEIS SOMBREROS PARA PENSAR (EDWAR DE BONO)
Junto con el pensamiento lateral, Edward de Bono expone una metodología para discusiones y toma de decisiones en grupo denominada “Seis sombreros“, editada en un libro que lleva el mismo nombre, en la década de los 80. Por tanto, esta herramienta, combinada con el pensamiento lateral al que es asociada, provee de unas materias a los grupos para pensar juntos más efectivamente, y materias para planear procesos de pensamiento de un modo detallado y cohesivo.
Así que se puede decir, que las técnicas de los 6 sombreros de Edward de Bono ayudan a pensar. También, estimulan la creatividad, mejoran la generación de nuevas ideas y aumentan la innovación, entre otras cosas.
Cada sombrero está representado por un color, que indican el tipo de pensamiento que se está utilizando. Al hacerlo en grupo lo ideal es que todos los componentes utilicen el mismo “sombrero” a la hora de pensar.
- El Sombrero Blanco: Tiene que ver con la información disponible, es neutral y objetiva. Trata hechos, cifras, necesidades y ausencias de información.
- El Sombrero Rojo: Este tiene que ver con la intuición, los sentimientos y las emociones. El sombrero rojo permite exponer una intuición/sentimiento sin tener que justificarla.
- El Sombrero Negro: Es el sombrero del juicio y la cautela. Debe ser siempre lógico y en ningún sentido es un sombrero negativo o inferior a los demás. El sombrero negro se utiliza para señalar por qué una sugerencia no encaja en los hechos, la experiencia disponible, el sistema utilizado o la política que se está siguiendo.
- El Sombrero Amarillo: Tiene que ver con la lógica positiva, representa los valores y beneficios de cualquier tema a tratar. Debe ser utilizado para mirar adelante hacia los resultados de una acción propuesta o que ya ha ocurrido.
- El Sombrero Verde: Es el sombrero de la creatividad, alternativas, propuestas, busca lo que es interesante; los estímulos y los cambios.
- El Sombrero Azul: Este es el sombrero de la vista global. No se centra en el asunto propiamente dicho sino que vigila el proceso del ‘pensamiento’, es el papel del director de orquesta.
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