sábado, 29 de diciembre de 2012

LA CREATIVIDAD: IDEAS DE SAWYER



¿Qué es  la creatividad? Sawyer (2006) da una aproximación a este concepto por medio de ejemplos cotidianos; cuando una persona conversa, está atenta a las palabras de sus compañeros de conversación, y cuando le corresponde su turno, hace un comentario propio pero que integra todo lo escuchado. Esta capacidad de improvisación requiere
creatividad, o en otras palabras, lo que se pone en juego al tener una buena conversación es creatividad.
Sawyer (2006), explica “Escuchas lo que dice tu compañero y en realidad lo absorbes y construyes sobre ello. Así que una buena conversación es realmente colaborativa y surge de lo que todos están haciendo juntos”.


¿Cómo ser más creativo? El punto clave es que no se puede ser creativo en abstracto.

Se es creativo respecto a un tema y es preciso prepararse a fondo sobre el tema en el que se
desea ser creativo. Por ejemplo, se toma mucho tiempo convertirse en ser un buen músico de jazz; no es algo que se hace al primer intento Así ocurre con casi cualquier dominio creativo.
Entonces, el primer requisito para potenciar la creatividad es aprender todo lo posible sobre el tema.
 
 El segundo es trabajar mucho pero no al azar. Las personas creativas son muy trabajadoras pero adquieren hábitos inteligentes; en particular, alternan el tiempo de trabajo
con tiempo libre; esos espacios libres de presión en los que pueden cambiar de tópico para pensar en sus pendientes de modos nuevos.


En el ámbito educativo se nota una gran aplicación de estos requisitos propuestos por Sawyer. Numerosos estudios han demostrado que los estudiantes aprenden más lecciones en
conjunto que en actividades aisladas y que los profesores más eficaces son los que logran que sus estudiantes participen en una forma flexible e integracional. El interés en la enseñanza basada en el trabajo en equipo, propuesto por Sawyer, es parte del paradigma educativo conocido como el constructivismo: Los constructivistas sostienen que los niños aprenden más efectivamente cuando están interactúan activamente con el material, la construcción de su propio conocimiento, en contraste con la forma más pasiva de aprendizaje.
Una creencia en el valor pedagógico del trabajo en equipo a menudo va de la mano con un énfasis en métodos constructivistas, el aprendizaje como un proceso guiado,
participativo y de la mano con la investigación, en pocas palabras un aprendizaje basado en la ciencia.
Es así como muchos expertos en creatividad y pedagogía en la actualidad han postulado nuevos mitos sobre la creatividad científica, alrededor de las propuestas de Sawyer
(2006), entre los cuales están:

La creatividad la aportan individuos creativos. La verdad es que se requiere creatividad de parte de todos, y lo cierto es que casi cualquier persona con inteligencia normal es capaz de hacer, hasta cierto punto, trabajo creativo. Lo cierto es que muchos no expresan su creatividad porque el ambiente se los impide.

El dinero motiva la creatividad. En los hechos, la gente creativa piensa poco en la recompensa; y al revés, los que solo piensan en su pago semanal o quincenal tienden a
ser poco creativos. Debe haber, sí, una compensación apropiada, pero la gente prefiere un ambiente que apoye, valore y reconozca la creatividad.



Las presiones de tiempo alimentan la creatividad. La gente cree que los límites de tiempo disparan el espíritu creativo pero la realidad es lo opuesto; las presiones matan
la creatividad más allá del día, porque no permiten profundizar. La creatividad requiere de cierto período de incubación para empaparse en el problema así como de
cierto aislamiento contra las distracciones.

El miedo empuja la innovación. La creatividad se asocia positivamente con alegría y amor, y negativamente con ira, temor y ansiedad. “La felicidad de un día a menudo
pronostica la creatividad del día siguiente”.



La competencia es mejor que la colaboración. Si la gente de un grupo compite entre sí tiende a ser menos creativa que los que trabajan en equipo.
 
El ejemplo que Sawyer usa para describir cómo la creatividad nace de procesos cotidianos es el del invento del velcro. En 1948, George de Mestral, un inventor suizo, llevó a su perro de paseo y notó los cadillos que se adherían a su piel. Cuando los vio con una lupa, advirtió los diminutos ganchillos que fijaban el cadillo a la piel del animal y se le ocurrió el velcro como un reemplazo para el cierre de cremallera. “Todos tenemos la capacidad de ver el cadillo en la piel del perro”, dice Sawyer, “pero la persona creativa es capaz de hacer las conexiones con más rapidez. La gente creativa es capaz de tener percepciones formando una analogía entre dos cosas que parecen realmente muy distintas”


FUENTE:


1) Sawyer, R. K. (2006). Explaining creativity: The science of human innovation. New York: Oxford University Press.


2) LIGIA BEATRIZ AREVALO MALAGÓN  , BUSTOS CORAL MAGALY DEL SOCORRO
CASTAÑEDA ANGARITA DIANA ESPERANZA , MONTAÑEZ QUIROGA NICOLAS
(2009) "EL DESARROLLO DE LOS PROCESOS COGNITIVOS CREATIVOS A TRAVÉS DE LA ENSEÑANZA PROBLÉMICA EN EL ÁREA DE CIENCIAS NATURALES EN NIÑAS DEL COLEGIO SANTA MARIA"
PONTIFICIA UNIVERSIDAD  JAVERIANA FACULTAD DE EDUCACIÓN/MAESTRIA EN EDUCACIÓN

 



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